Esta foto, a pesar de no tener muchos rasgos técnicos distintivos, me gusta bastante… y creo que al Primo y a Joel también. Este viaje fue el último que hicimos acampando en las playas, y este día, que fue el primero, después de un intento fallido de llegar a Boca de Iguanas (ya habían cerrado el lugar a donde llegábamos normalmente, y el disponible estaba carísimo y bastante feo) terminamos en “El Tecuán”, en donde no había prácticamente nada ni nadie. El atardecer no fue nada fuera de lo común, ni los mojitos del Primo (ahí se notan los vasos, que les dimos un trago y nada más!), pero estar ahí… agusto, sin preocupaciones, y platicando de cosas profundas y otras no tanto, y tomando fotos, como es bastante obvio en la imágen, fue muy bueno.
Seguramente que todo eso tendrá mucho que ver con nuestra percepción de esta foto, así como las fotos del viaje a New York, o en general, de los demás viajes que hemos realizado juntos.
Y esto escrito a unas cuantas semanas de que, como dice la frase, la vida como la conocemos cambie totalmente, cuando Rocío y Joel, y Susana y Sergio se casen. Jajaja, se me hace que yo estoy más nervioso que ellos con respecto a sus bodas!!! (aunque seguramente no que ellas! 😉 Y bueno… desde mi rinconcito en internet, y con varias semanas de anticipación, que empiecen los buenos deseos para los novios!!! Espero podamos repetir este tipo de viajes (con camping y todo!) ahora que estén ya felizmente casados 🙂