Don José. Así se llama este señor. No investigamos su apellido, aunque no tiene, tal vez, mucha relevancia. Platicamos con el por unos minutos. De dónde éramos. Qué hacíamos. Su alegría y su tranquilidad eran muy agradables. Y su fe y confianza en el futuro. Nos vemos el 19 de Agosto del 2010 ahí mismo, nos dijo. Espero poder estar ahí.