Y, para los que no hayan entendido el título: es, si recuerdo bien, una de las frases al final del libro 2001: Odisea del Espacio, de Arthur C. Clarke (un libro ampliamente recomendado, by the way)
Este fin de semana, aún sin haberlo planeado mucho, nos tocó disfrutar de una lluvia de estrellas en el camping. El día bueno fue la noche del 13/14, no del 12/13 como estuvimos nosotros, pero aún así nos tocó ver muchas estrellas, unas pequeñas y otras bastante más grandes y bellas. Desgraciadamente, no logré capturar ninguna en foto, o cuando menos que se alcanzara a notar. No hubo ninguna “fireball” ni nada por el estilo, excepto en una ocasión, y esa foto no está del todo enfocada (enfocar en la noche, sin luz por ningún lado, es muy muy difícil, y más cuando uno tiene que usar f2.8 o algo así para intentar captar la mayor luz posible) así que no la subiré.
Aún sin estrellas fugaces, ver la Via Láctea siempre es, para mi, algo mágico y hermoso. Espero nunca perder ese sentimento de admiración.
Escuchando: Flinch – Alanis Morissette