Otro más que me parece tiene una expresión soñadora, contenta, confiada. Y sí, lo sé, es muy poco lo que podemos descubrir de una persona por un retrato así, tan momentáneo si es válida la expresión, pero en parte es la magia de la fotografía, poder decir cosas buenas, malas y aunque se retrata una realidad, quizás no es LA realidad.
Jeje, y el poner así, LA realidad, me hace recordar El Fin de la Eternidad, de Asimov. Que acabo de releer, hace algunos días. Como muchas veces lo he dicho, un libro ampliamente recomendado.
Escuchando: Smada – Duke Ellington