Si algo me llamó fuertemente la atención en Amsterdam, cuando menos en la zona más clásica, son sus construcciones y sus ventanas. Cada edificio parecÃa tener, gracias a ese estilo particular (y el tamaño!) de las ventanas, una historia qué contar. Quizás algún dÃa me entre inspiración y pueda escribir algunas de esas historias, que sentÃa la ciudad contaba.
Escuchando: HoppÃpolla – Sigur Rós